Durante siglos, la mujer ha sido depositaria de la tradición oral relacionada con el uso de las plantas, especialmente las usadas en aplicaciones medicinales. Coincidiendo con el 8 de marzo no hay mejor momento para reivindicar su legado conociendo las propiedades de la artemisa y la salvia, ¡dos hierbas imprescindibles para el universo femenino!
La medicina botánica originada en la Edad Media declinó a medida que avanzaba la revolución científica y la propagación de los fármacos y, con ella, se esfumó en un abrir y cerrar de ojos el protagonismo de la mujer, como ha pasado en tantísimas otras disciplinas.
A primeros del siglo XX, la medicina popular era algo habitual: en cada pueblo había alguna mujer que ejercía de comadrona u otras que paliaban el dolor y otros trastornos de salud con hierbas y remedios naturales. Pero también durante ese siglo, la postura de la medicina oficial hacia estas prácticas no fue otra que la ignorancia y el menosprecio. Por suerte, los remedios populares han sido objeto de estudio científico y, en la actualidad, se estima que el 10% de las especies vegetales tienen propiedades medicinales.
MUJERES PIONERAS
Qué mejor momento que, coincidiendo con el día 8 de marzo, reivindicar la medicina popular y de la sabiduría ancestral transmitida por las mujeres de diferentes generaciones. Figuras como Tórtula de Salerno, que llegó a trabajar en la Universidad de Salerno, hacia el siglo XI y que escribió varios tratados de medicina o la abadesa, poeta, filósofa y mística Hildegarda de Binguen que divulgó la medicina curativa con plantas y alimentos.
Es una evidencia que las plantas y hierbas medicinales son un buen remedio para curar trastornos propios de la mujer, desde los vinculados a la menstruación, el embarazo o la menopausia hasta otros que, sin ser exclusivamente femeninos, les suelen afectar más a ellas: astenia, migrañas, infecciones de vejiga, estreñimiento…
DOS PLANTAS ALIADAS PARA LA SALUD DE LAS MUJERES

Las plantas y hierbas aromáticas y medicinales son uno de los mejores regalos que nos ofrece la naturaleza. Hoy os presentamos dos plantas esenciales en el botiquín de las mujeres:
ARTEMISA, DIGESTIVA Y REGULADORA MENSTRUAL CON NOMBRE DE MUJER
La artemisa (Artemisa vulgaris L.) es, por antonomasia, una de las plantas asociadas a la mujer. Su nombre ya nos da pistas de su vertiente femenina, ya que proviene de la diosa griega Artemisa, hermana melliza de Apolo, a quién se le atribuyen poderes protectores de la mujer
- PROPIEDADES: es emenagoga (favorece la menstruación), tónica (destaca por ser un excelente tónico digestivo, muy útil para periodos de inapetencia y para reequilibrar las funciones del aparato digestivo), aperitiva, estomacal, antiespasmódica.
Entre los beneficios de la artemisa, destaca que ayuda a absorber mejor los nutrientes de los alimentos que ingerimos; evita la aparición de náuseas, la formación de gases; se le atribuye un efecto protector sobre el hígado y la vesícula y, además, en episodios de trastornos ginecológicos destaca como regulador de la menstruación, en periodos irregulares y dolorosos o cuando se produce escasez de flujo menstrual.
- CÓMO SE TOMA: en infusiones, media cucharadita en ¼ de litro de agua, 2 o 3 veces al día.
- PRECAUCIONES: Embarazo, lactancia, menores de 3 años. Y aquellas personas con alergia a las plantas de la familia de las Asteráceas.
A modo de curiosidad, durante la Edad Media, la artemisa se usaba como hierba protectora mágica. Los soldados romanos se ponían esta planta dentro de sus sandalias para proteger sus pies de la fatiga.
SALVIA PARA COMBATIR LA FATIGA

Ideal para combatir la sensación de fatiga y desgana, un síntoma frecuente cuando llega la primavera y durante la menopausia. La salvia (Salvia officinalis L.) ejerce un efecto tónico y antiasténico. También es emenagoga, es decir, favorece la menstruación en casos de desajustes. En la menopausia, combate los desarreglos menstruales y sudores nocturnos.
- PROPIEDADES: emenagoga, tónica, energética, antiséptica, antiinflamatoria, antisudoral, estimulante del útero, astringente y antiespasmódica.
- CÓMO SE TOMA: en infusión, una cucharadita por cada vaso de agua, 2 o 3 veces al día. No superar esta dosis porque la esencia de esta planta es tóxica. En tintura (40 gotas diarias) en tres tomas.
- PRECAUCIONES: debe evitarse en tratamientos con estrógenos y en el embarazo (estimula el útero), lactancia y en menores de 6 años. Se recomienda tomar el aceite esencial por vía oral en dosis moderadas y durante un periodo breve de tiempo.
¡Felices infusiones!!
Autora: Marta Bach Arús