Esta planta silvestre, de agradable perfume y aromáticas flores, es ideal para conciliar el sueño, para los gases o contra el mal olor. Se puede tomar la flor seca en infusión, en decocción y también en baños. Además, su floración es un auténtico espectáculo para los sentidos
La lavanda es una planta aromática endémica de la región mediterránea que crece en prados secos y malezas. En nuestro país contamos con cinco tipos de lavanda silvestre diferentes y, al menos a tres de estas especies, se le atribuyen efectos medicinales.
Su nombre procede del latín lavandere, en alusión a sus propiedades depurativas. La más usada por los herbolarios, sobre todo contra el insomnio y contra el vientre hinchado, es la lavanda oficinal o espliego (Lavandula angustifolia officinalis).
EXPLOSIÓN DE COLOR EN LA PROVENZA
Dependiendo de la zona, las fechas varían, pero por lo general de medianos de junio a agosto en La Provenza florece esta planta, siendo el símbolo mundialmente conocido de estas tierras. Esta región de Francia se llena cada año de un perfume incomparable y los colores violetas y azules tiñen sus campos. Conocida como el “oro azul” (l’or bleu) la lavanda crece de forma salvaje, pero también ha sido cultivada dado sus múltiples beneficios para la salud.
MÚLTIPLES APLICACIONES DE LA LAVANDA
Ya en la Edad Media existía la costumbre de poner flores de lavanda entre las sábanas recién lavadas, pensando que así se facilitaría un sueño más reparador. Cuando aprieta el calor, los ramilletes secos de lavanda se utilizan para ahuyentar los insectos en las tardes de verano.
De hecho, la lavanda es un sedante suave del sistema nervioso, útil en migrañas y cefaleas, palpitaciones de origen nervioso, neurastenia y también como hipotensor.
También es un excelente antiinflamatorio eficaz en las contusiones, esguinces y en los dolores de tipo reumático.
Su aceite esencial es sedante y se puede añadir a los baños o al ambiente, produciendo una atmósfera relajante.
INFUSIÓN DE LAVANDA PARA FACILITAR EL SUEÑO
Si te cuesta dormir, la lavanda puede ser tú gran aliada. Se puede tomar sola, dos tazas al día, la última una hora antes de acostarse o bien combinarla con pasiflora, tilo y espino albar.
PREPARACIÓN
Pon una cucharada sopera si es solo lavanda o si optas por una mezcla de plantas por taza de agua. Se infunde unos 10 minutos, se cuela y se toma edulcorada con una pizca de miel.
¡Feliz infusión y feliz aroma de lavanda!!