Hoy hablamos del saúco, un arbusto con pretensiones de árbol (puede medir hasta 6 metros de altura) y que es un auténtico botiquín con grandes propiedades medicinales y culinarias. Te explicamos cómo tomarlo y aprovechar su multitud de beneficios
El saúco (Sambucus nigra) es uno de mis arbustos preferidos, no sólo por sus excelentes propiedades medicinales sino porque me maravilla su capacidad de floración y cómo tiñe de blanco grandes extensiones de tierra con sus flores estrelladas de cinco pétalos que desprenden un olor intenso, dulce y muy característico.
Su presencia omnipresente se debe a que crece fácilmente por germinación espontánea y, en muchos casos, son los pájaros quiénes se encargan de hacer volar sus semillas y esparcirlas. De allí que encontremos saúcos por doquier.
Durante los meses de floración (abril – junio) no es raro verlo cerca de ríos, tierras húmedas y fértiles, pero tolera bien cualquier tipo de suelo. En Catalunya se pueden apreciar y oler sus flores en las comarcas de Osona y la Garrotxa, aunque puede vivir desde el nivel del mar hasta a mil metros de altitud.
En mi tierra, ha sido siempre una gran compañía en las casas de payés, donde ha recibido el nombre de “buen árbol” por la protección y generosidad dando flores y frutos con los que se pueden hacer deliciosas mermeladas (vigilando que estén bien maduros, ya que si no son tóxicos).
BAYAS DE SAÚCO
Precisamente sus frutos se utilizan para distintos fines medicinales. Las bayas de saúco son frutos silvestres ricos sobretodo en minerales como el potasio, el fósforo, magnesio, hierro, aminoácidos y vitaminas A, B y C. Se recolectan de finales de agosto hasta mediados de octubre; primero adoptan un tono verde, luego viran a color rojo y finalmente se oscurecen. Se pueden comer crudas cuando han alcanzado el proceso de maduración y tienen un característico color granate. Si se consumen cuando todavía no han madurado (color más verde) podrían resultar tóxicas.
Aconsejo tomarlas directamente (en poca cantidad), o se pueden secar y guardar en un tarro de cristal bien limpio para usos futuros. Además, son antioxidantes naturales, recomendable para personas con problemas de visión, colesterol y de tipo reumático.
A parte de su uso puramente medicinal, las bayas de saúco se utilizan también para la elaboración de mermeladas, aguardientes, vinos e incluso ginebra.
FLORES DE SAÚCO
Sus flores deben secarse en un lugar aireado y a la sombra. La mejor hora de recolección es al mediodía. Una vez secadas, se toman en forma de infusión y tienen un alto poder diurético y son especialmente efectivas contra afecciones respiratorias como gripe, catarros o bronquitis. Además, son un gran remedio contra la fiebre.
En muchas casas también se elabora el champán de saúco una bebida espumosa y gaseosa creada a partir de una combinación de agua, azúcar, limón, vinagre y flores de saúco.
¡Felices infusiones, mermeladas y cavas!
Autora: Marta Bach Arús