De la mano de Marie Lyse de Trévillers os traemos la receta más clásica e irresistible de la fondue francesa moitié-moitié
No hace falta estar en los Alpes para comer una deliciosa fondue. Para que la podáis disfrutar cuando os apetezca os contamos esta receta clásica que degustamos este verano en Trévillers, un pequeñito pueblo francés de la región Franche-Comté que es la cuna del queso Comté y que se encuentra en la frontera con Suiza. Tuvimos la suerte de contar con el saber hacer de Marie Lyse quien nos explicó los secretos de su receta familiar y que además nos llevó a la mejor quesería de la zona, una auténtica locura para los «amateurs de fromage».
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS
- 2 sobres de Le Cellier Fondue moitié-moitié o en su defecto 600gr de Comté añejo (13 meses de curación) AOP y 200gr de Vacherin Fribourg AOP
- 2 dientes de ajo
- Nuez moscada
- 1 cucharadita de mostaza Dijon
- Pimienta negra
- Vino blanco seco o kirsch
- 1 cucharada de maizena
- Pan seco
A continuación os explicaremos todos las elaboraciones y, algún que otro truquito de esta receta que, está para mojar pan.
EL PASO A PASO
Primero empezaremos por picar dos dientes de ajo pequeñitos que pondremos en la olla de la fondue, junto con 3 vasitos y medio de vino blanco seco, un poquito de nuez moscada rallada, pimienta negra recién molida y el almidón de maíz. A continuación añadiremos el queso rallado y arrancaremos el fuego de la olla. Lo pondremos a fuego medio para ir fundiendo y mezclando bien todos los ingredientes y conseguir la textura adecuada. Se suelen calcular unos 200gr de queso por persona.
En el caso de que no encuentres las bolsas con el queso ya mezclado y rallado (Le Cellier Fondue moitié-moitié, que significa mitad y mitad), puedes sustituirlas por 600gr de Comté añejo y 200gr de Vacherin Fribourg rallado.






Iremos removiendo la mezcla del queso con el resto de los ingredientes para que no se pegue ni se queme. Removeremos hasta que esté completamente fundido y, entonces al final añadiremos uno de nuestros ingredientes secretos: una cucharadita de mostaza Original de Dijon. Fijaros que en este momento el queso ya está cremoso y con una textura un poquito densa.
Uno de los trucos más importantes para preparar una buena fondue es… como en muchas recetas: la paciencia. Y es que la textura no dependerá solo de la cantidad de líquido que le pongamos, sino también de la temperatura. No debe estar demasiado fuerte ni demasiado baja.






Cortaremos el pan seco en dados, dejando la corteza porque si dejamos solo la miga se empapará del queso y lo más probable es que la perdamos luego dentro de la olla de la fondue. Y es que la corteza ayuda a que el pincho agarre bien el pan.
TRUCO PARA EL FINAL DE LA FONDUE
Mientras comemos la fondue, podemos maridarla con el vino blanco seco o el kirsch que hemos utilizado en su elaboración, ya que le va como anillo al dedo. En cambio, si preferimos una bebida más suave y caliente, una alternativa deliciosa que encaja de maravilla es el té.
Otra sugerencia muy interesante que os hacemos (y que no todo el mundo conoce) es que cuando estéis a punto de acabar la fondue y queráis alargarla un poquito más podéis añadir uno, dos o tres huevos a la olla de la fondue. Tan solo deberemos mezclarlos bien con el queso y listo. Está para ¡chuparse los dedos!

