La época de San Juan y las Fallas de Valencia puede ser una pesadilla para perros, gatos y todos los animales en general. Para ayudarles a que sufran lo menos posible con los petardos y fuegos artificiales, os damos una serie de consejos
Miedo irracional, ansiedad, fobia, taquicardia, ataques de pánico, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control y, en algunos casos, hasta la muerte. Así es como muchos animales reaccionan frente a los petardos.
Los animales relacionan los petardos con un peligro inminente
La verbena de San Juan y las Fallas de Valencia son días muy difíciles para perros y gatos, pero no son los únicos. Otros animales como las aves, los conejos o los caballos también sufren al tener que escuchar, durante horas y horas y, a veces incluso durante varios días, el ruido ensordecedor de los petardos.
MIEDO IRRACIONAL A LOS PETARDOS
Los animales relacionan los petardos con un peligro inminente. Perciben que su supervivencia está amenazada y su nivel de estrés va aumentando hasta que en ocasiones les es imposible de controlar. Además, los petardos suenan sin ningún patrón lógico ni regular, lo que les genera una mayor ansiedad complicada de gestionar.
Por ello, es importante que, si estamos a cargo de animales en estos días de pirotecnia con ruido seamos conscientes de esta situación e intentemos evitarles que vivan una pesadilla que les lleve a situaciones peligrosas para su salud y bienestar.
Más allá de la diversión que pueda proporcionar a algunos el hecho de tirar petardos, hay que ver el sufrimiento y miedo que causan en los animales

SENSIBILIDAD DE OÍDO
Los perros por ejemplo tienen una sensibilidad de oído mucho que mayor que las personas. Un claro ejemplo es que, para nosotros los humanos, un sonido superior a los 20.000Hz (agudo extremo) es totalmente inaudible y no lo podemos percibir, mientras que los perros pueden oír hasta los 60.000Hz.
PETARDOS Y ANIMALES: QUÉ HACER Y QUÉ NO
Para evitar situaciones de peligro en las que un animal pueda escaparse o perderse, lo más aconsejable es anticiparse, preveer esa situación y actuar con calma.
Los animales se guían por su instinto y son muy sensitivos. Ellos perciben cuando estamos alterados, así que no debemos transmitirles nuestros nervios, pero tampoco mostrarles una atención excesiva, ya que esto puede provocar un efecto igualmente negativo en ellos.
En su lugar, os proponemos una serie de consejos para intentar tranquilizar a nuestras mascotas, darles seguridad y confianza:

- Cerrar las ventanas y bajar persianas de la habitación donde se encuentre el animal para amortiguar el ruido de los petardos y del exterior. Incluso podemos poner música de fondo.
- Dejar que el animal escoja libremente su lugar seguro de la casa. En situaciones de peligro en la naturaleza, los animales se esconden en sitios oscuros y pequeños para protegerse. Deja que lo haga para aumentar su seguridad y confianza y no le riñas
- No le pidas que te haga caso ni le regañes. En estas situaciones tu mascota obedece a su instinto de supervivencia y no atiende a razones. No le fuerces a que te haga caso cuando está viviendo una situación de crisis e incluso de fobia.
- Mantén la calma y actúa con naturalidad. Una excesiva atención puede hacer el efecto contrario al deseado y reforzar su miedo. Lo mejor es actuar con naturalidad, vigilarlo y darle más atención cuando esté calmado.
- Evita llevarlo suelto por la calle, ya que puede asustarse en cualquier momento, escaparse y encontrarse en una situación grave para su integridad. Un perro a la fuga, no escucha, ni obedece, ni dispone de sus instintos de alerta. Además evita sacarlo en las horas de mayor concentración de petardos.
- No dejes al animal solo en casa. Tenerte a su lado la ayudará a llevar mejor la situación.
- No le automediques. Si quieres medicarlo, debes llévalo al veterinario y también explorar otras opciones como las flores de Bach o remedios naturales. ¡Nunca lo mediques sin el consejo de un experto!
- A largo plazo es aconsejable contactar con un educador canino o un etólogo para tratar de reconducir de forma gradual el miedo y pánico a los petardos.
POR UNA PIROTECNIA RESPETUOSA
Y, por último queremos sugeriros que en noches como las de San Juan, utilicéis una pirotecnia respetuosa y sin ruido.
Los animales lo agradecerán muchísimo, pero muchas personas también. Colectivos especiales como menores con autismo, ancianos con Alzheimer, pacientes de los hospitales y personas que sufren por ruidos fuertes e imprevistos vivirán una mejor noche de San Juan.
En Catalunya se calcula que se queman más de 200.000kilos de pólvora solo en la noche de San Juan. Eso significa mucho ruido, una enorme contaminación acústica, un mayor riesgo de incendios, accidentes y miles de restos de petardos ensuciando el suelo y las aguas de mares y ríos.