Aprende cómo cocinar las patatas a la importancia paso a paso siguiendo esta deliciosa receta de larga tradición familiar
A continuación os vamos a explicar cómo cocinar las patatas a la importancia, un plato muy especial para nosotras. Siempre que las cocinamos consigue transportarnos a los orígenes de nuestra familia, y es que la cocina tiene esta magia tan especial y única, ¿no creéis?
Para empezar deciros que este plato tiene su origen en Castilla – León, más concretamente en la provincia de Palencia. Sin embargo es tan delicioso que se cocina en toda España y acepta mil variantes distintas. Nosotras os explicaremos la receta original, con ingredientes humildes y económicos (este plato nació en la posguerra y se hizo muy popular) pero, a partir de aquí, cada uno puede añadirle lo que desee.

Como bien indica su nombre, el ingrediente protagonista son las patatas. Primero rebozadas, después fritas y después guisadas a fuego lento con mucho cariño. Se suele comer como plato principal y, aunque puede ser un delicioso acompañamiento, están tan ricas que una vez las has probado seguramente querrás un poquito más.
Hoy en día hay gente que le da un toque personal con azafrán, leche, cebolla, vino, caldo, almejas… pero nosotras vamos a ser fieles a nuestra receta familiar, de la que tan orgullosas nos sentimos.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS

- 1 kgr de patatas ecológicas para hervir
- Harina de trigo, pero también puede ser de garbanzos u otro ingrediente sin gluten
- 3 o 4 huevos ecológicos, dependiendo de su tamaño
- Ajo, agua, sal y perejil
REBOZAR, FREIR Y GUISAR
Lo primero que tenemos que hacer es pelar bien las patatas y cortarlas con un grosor aproximadamente de medio centímetro. Las salaremos y batiremos los 3 o 4 huevos en un bol. Esta parte del principio es un poco entretenida y laboriosa, pero muy sencilla a la vez. No tiene grandes complicaciones y, si es la primera vez que cocinas patatas a la importancia, puedes estar tranquila porque seguro que te quedará para chuparse los dedos.
En realidad, podéis ver que esta receta, a pesar de su nombre tan «importante», es muy sencilla en cuanto a ingredientes y también muy económica
A continuación las rebozaremos con la harina y después las pasaremos por el huevo que también habremos salado. Mientras, habremos calentado una sartén con abundante aceite de oliva para freír y le daremos temperatura para que se vaya calentando.
Freiremos las patatas unos 3 o 4 minutos por cada lado, las sacaremos del aceite intentando eliminar el aceite sobrante y las dejaremos dentro de la cazuela en la que luego las vamos a cocer.
EL SECRETO ESTÁ EN EL AJO Y PEREJIL

Esta operación la haremos con todas las patatas y… atentas, porque el secreto está en poner entre capa y capa de patatas, ajito bien picado y abundante perejil para darle sabor. El ajo y el perejil le dan un poco de chispa y un toque muy nuestro, pero no sufráis porque no quedará muy fuerte de sabor.
Una vez hayamos rebozado y puesto todas las patatas dentro de la cazuela las cubriremos con agua -pero no del todo, fijaros en la foto principal del artículo- taparemos y las pondremos a fuego suave. El agua tiene que hervir a fuego lento y durante el ratito que se estén cociendo las patatas no las removeremos ni tocaremos para nada. Si no se romperán o se les separará el rebozado.
Pasado unos 20 minutos desde que empiezan a hervir aproximadamente ya estarán cocinadas, así que no queda más que disfrutarlas. ¡Que aproveche!
Nota. Como se utiliza mucho aceite en esta receta, os dejamos este enlace donde podéis ver como volver a utilizar este aceite, reciclarlo en un punto verde o si sois más creativas, darle una segunda vida haciendo detergente.