Esta es una de las tartas saladas más irresistibles que puedes cocinar. Es sabrosa, jugosa y facilísima de hacer, una delicia que puedes disfrutar todo el año
Si te gustan las tartas saladas esta receta te seducirá desde el primer momento ya que es muy fácil de hacer y siempre queda para chuparse los dedos. En verano puedes comerla templada disfrutando de todos los sabores y en invierno bien calentita, recién salida del horno. La tarta de tomate y mostaza es un aperitivo, un primer plato o un acompañamiento delicioso. ¡Pruébala y lo verás!
A continuación te explicamos las diferentes elaboraciones y te contamos dos trucos infalibles para que te salga espectacular.
INGREDIENTES PARA LATARTA DE TOMATE
- Masa brisa
- 4 tomates medianos
- Mostaza de Dijón
- 1 cebolla
- Hierbas provenzales
- Queso para gratinar
- Sal
Nosotros hemos hecho la tarta de tomate y mostaza con cebolla porque nos encanta este ingrediente, pero si lo prefieres puedes hacerla sin. Lo importante de esta receta son dos trucos: el primero pinchar la masa antes de meterla en el horno para evitar que se hinche (así, el vapor sale por los agujeritos) y el segundo, quitar el exceso de agua de los tomates para que no reblandezca la masa.
EL PASO A PASO
Lo primero que haremos será cortar la cebolla en juliana y pocharla en una sartén. Sin embargo, no la cocinaremos completamente ya que luego se acabará de hacer cuando introduzcamos la tarta en el horno.
Seguidamente colocaremos la masa en el molde y cortaremos el papel sobrante para que no se queme y luego sea más fácil desmoldarla. La pincharemos con un tenedor y pondremos una generosa capa de mostaza francesa de Dijón. Si no tenemos de este tipo, podemos poner mostaza a la antigua o la que más nos guste pero eso sí, que sea de buena calidad.
A continuación cortaremos los tomates en rodajas un poco gruesas y las pondremos encima de un papel de cocina para que se absorba el exceso de agua y no reblandezca la tarta.
Después pondremos encima una capa de queso rallado y la cebolla a medio pochar. Por último, colocaremos las rodajas de tomate un poco superpuestas para que no queden huecos sin tomate en la tarta. Hay que tener en cuenta que, una vez horneado, el tomate siempre se reduce un poco.
Salaremos el tomate, le añadiremos hierbas provenzales al gusto, un poquito de queso rallado e introduciremos la tarta salada en el horno precalentado a 180 grados.
Pasados unos 20 minutos aproximadamente o, cuando veas que la tarta ya está dorada, puedes apagar el horno y dejarla atemperar. Verás como ¡está deliciosa!
Es una opción muy sencilla cuando se te presenta alguna visita inesperada en casa y que no te llevará más de 10 minutos de preparación. Además, si la llevas a alguna cena será todo un éxito y la gente te pedirá la receta seguro.