Cada vez más personas quieren cambiar su medio de transporte a uno más ecológico y respetuoso con el medio ambiente. Las bicicletas eléctricas son una de las mejores opciones, pero ¿qué hay que tener en cuenta a la hora de escoger una?
Las ciudades están vivas, evolucionan y están en cambio constante para convertirse en lugares mejores. Ciudades sostenibles donde las emisiones de CO2 sean más bajas y la calidad del aire mucho mejor. Por suerte, hoy en día tenemos opciones de transporte mucho más respetuosas con el medio ambiente que unas décadas atrás. La bicicleta eléctrica, junto con los patinetes eléctricos, está sumando adeptos y más ahora en tiempos de pandemia (clicar en este enlace para ver diferentes modelos de ebikes).
Las bicicletas eléctricas con pedaleo asistido (también llamadas e-bike) tienen como característica principal que el conductor debe pedalear para que el motor se active. Si no es así estaríamos hablando de otro tipo de vehículo como un ciclomotor.
La bici en general, tanto la eléctrica como la convencional, tiene múltiples ventajas. A parte de ser un transporte eco-friendly, no estás sujeto a horarios, evitas el tráfico, puedes acceder fácilmente a cualquier sitio y, hasta puedes hacer ejercicio físico mientras vas al trabajo, a comprar o en tus momentos de ocio. Para estos casos una bici urbana es lo ideal, pero si vas por unos terrenos más rurales, la de montaña es una buenísima opción. En este artículo nos vamos a centrar más en las bicicletas urbanas.

Desde Easyorganic ya os hemos explicado opciones para ser más sostenibles con nuestros artículos de ¿cómo reciclar bien en casa? O ¿cómo ahorrar energía de forma sostenible? y, ahora os queremos aportar una idea general y práctica sobre este transporte eléctrico que para muchos seguro que es bastante desconocido.
¿Sabéis qué potencia tiene que tener el motor de una e-bike? o, ¿qué es un sensor de par? ¡Os lo explicamos a continuación!
UNA BICICLETA ELÉCTRICA NO ES UNA MOTOCICLETA
Quizás podríamos pensar que una e-bike es una motocicleta con la que podemos ir por el carril bici, sin permiso de conducir y en según qué casos sin obligación de casco. Pero está claro que no son lo mismo y las bicicletas eléctricas tienen que cumplir una serie de requisitos. Si no fuera así se tendrían que matricular, contratar un seguro obligatorio, tener la tarjeta de inspección técnica, casco y permiso de conducción. Algunas de las características de la bici eléctrica:
- La potencia máxima del motor no debe superar los 250W.
- Hay que activar el motor con el pedaleo. En este caso el motor eléctrico solamente se enciende cuando el ciclista pedalea.
- Debe alcanzar una velocidad máxima asistida de 25 km/h. El motor tiene que dejar de funcionar cuando se superan los 25 km/h, cuando se deja de pedalear o cuando se accionan los frenos. ¡Eso no quiere decir que no se pueda sobrepasar este límite! Pero tendrá que ser sin la ayuda del motor.
- Tener dos ruedas y pedales.
¿QUÉ TENEMOS QUE TENER EN CUENTA PARA COMPRAR UNA BICICLETA ELÉCTRICA?

A parte del precio, lo que tenemos que tener en cuenta cuando queremos adquirir una bicicleta eléctrica son varios aspectos. Nuestros seis puntos esenciales son:
Autonomía
Una de las preguntas más populares de los usuarios es cuántos kilómetros se pueden recorrer con la bicicleta, en otras palabras, qué autonomía tiene. Normalmente la autonomía oscila entre 35 y 80 km, pero hay modelos de alta gama que pueden aguantar hasta 100 km. No obstante, realmente es difícil establecer una cifra exacta ya que a parte de la potencia del motor influyen otros factores como el peso del ciclista, el terreno, las condiciones meteorológicas, etc.
¿Sabéis cual es la ventaja si se termina la batería? ¡Que podréis seguir pedaleando y llegar a vuestro destino! Eso sí, sin la ayuda del motor y teniendo en mente que pesan más que las bicis no eléctricas.
Seguramente, el tema de la autonomía y la cantidad de kilómetros que podemos hacer con la bici es el que más margen de mejora tiene, pero es un mercado que está en expansión y con innovaciones constantes.
Batería

La batería puede ser extraíble, lo que hace más sencillo el proceso de recarga al no tener que acercar la bicicleta al punto de conexión. Muchos fabricantes recomiendan recargar dicha batería al finalizar cada salida, así ya la tienes a punto para la siguiente.
Los indicadores de potencia de una batería se basan en los voltios y los amperios/hora, la suma de los dos factores indican la potencia y la autonomía. Con relación a los voltios, podemos encontrar de 24, 36, 48 y 72v, siendo la de 36v la más común en la mayoría de bicicletas porque ofrece una buena relación coste/eficacia. Y los amperios/hora lo más habitual son 10AH.
Motor: potencia y posición
Tal y como hemos comentado en este artículo tenemos que tener en cuenta la potencia del motor de la bicicleta, que no debe superar los 250W.
Otro tema en que nos tenemos que fijar es en la ubicación del motor ya que puede estar situado en una de las ruedas o en el eje central. Si está en una de las ruedas, el peso estará menos repartido, mientras que las que lo tienen en el centro aportan más estabilidad y equilibrio.
Accesorios
Como en cualquier otro vehículo que queramos comprar, normalmente los que tienen un precio más económico quizás no disponen de todos los accesorios que son necesarios y los tenemos que adquirir a parte. Comprueba que tenga las luces de posición, una señalización trasera o un timbre. Cada ciudad puede tener su propia normativa en algunos de estos temas, así que os recomendamos que busquéis el de vuestra localidad.
El casco en este tipo de vehículos no es obligatorio para ciclistas mayores de 16 años y que vayan por dentro de la ciudad o pueblo, aunque os lo recomendamos siempre que podáis.
Seguridad: frenos y sensor de velocidad

Uno de los puntos de seguridad más importantes es la capacidad de frenado. Tenemos que pensar que en muchos de los casos la velocidad es mayor que en las bicis convencionales, así que los frenos tienen que ser suficientemente fuertes para detener la bici en cualquier circunstancia y de forma progresiva, para no detenerse bruscamente.
Actualmente los fabricantes se están decantando más por los frenos hidráulicos, mucho más seguros sobretodo porque su fiabilidad no queda afectada, independientemente del clima que haga.
Otro término que debemos conocer es qué tipo de sensor debe tener nuestra bicicleta eléctrica. Hay dos tipos: el sensor de velocidad y el sensor de par. El segundo es el más recomendable ya que se adapta a las necesidades del ciclista y es más seguro y fácil de conducir.
Fácil manejo
Las bicicletas eléctricas nos facilitarán mucho nuestro día a día gracias al motor pero no tenemos que olvidar que la bici tiene que ser cómoda y fácil de llevar. Que la batería no sea muy voluminosa, el peso bien repartido, que no sea muy pesada, valorar si tiene que ser plegable, etc. ¡A largo plazo seguro que lo agradecerás!
Autora: Mireia Vizcarro