Guía básica para reciclar en el hogar y reducir el impacto en el medio ambiente
El reciclaje es una de las herramientas más efectivas al alcance de todo el mundo para disminuir parte del impacto negativo que causamos en el planeta. Con esta acción se puede conseguir una mejor gestión de los recursos naturales y de las materias primas lo que es muy importante para el medio ambiente y para nuestro bienestar en un futuro próximo. Además contribuiremos a mejorar la calidad del aire que respiramos, ya que reduciremos emisiones de CO2.
Gracias al reciclaje, podemos reducir la gran cantidad de desechos que generamos diariamente. La población en general utiliza cada vez más envases, por eso es importante aprovechar cada uno de ellos y garantizar su reciclaje. Porque de una lata reciclada se genera otra lata, de un brik sale otro brik, y es que un envase encierra muchas más segundas vidas.
Esto significa que es posible transformar aquello que no utilizamos dándole otra vida mientras ahorramos en recursos naturales. ¿Cómo? Pues es muy sencillo. Por ejemplo, convirtiendo botellas y bolsas de plástico en prendas de ropa, calzado o tarjetas de crédito o transformando el papel reciclado en servilletas, folios y cajas. La lista es larguísima, tan solo es necesario acostumbrarnos a reciclar en casa y en el trabajo y enseñar a hacerlo a nuestros hijos.
El reciclaje es mucho más que una moda, es respeto por la sostenibilidad y el medio ambiente. Sin darnos cuenta aportamos nuestro granito de arena que es sumamente valioso. ¡Toda acción suma!
En realidad, reciclar es el último paso de la famosa regla de las 3R (primero hay que reducir, luego reutilizar y por último reciclar) que se basa en el impacto que estas acciones tienen en el medio ambiente y en los recursos naturales disponibles. Esta regla se puede aplicar a cualquier forma de consumo, desde la ropa, a la comida o a los productos tecnológicos.
PRIMER PASO DEL RECICLAJE
Lo primero que tendremos que hacer es encontrar un espacio para situar los cubos de basura. Escoger un lugar que nos resulte cómodo como detrás de una puerta en la cocina o dentro de un cajón grande.
En la medida que podamos, lo mejor es tener tantos cubos de basura o bolsas como tipos de materiales queramos reciclar. Si tenemos poco espacio en la cocina, una alternativa sencilla pero efectiva es poner cubos más pequeños o de carga compartida. Otra buena opción pasa por evitar el cubo y usar bolsas colgadas para aprovechar mejor el espacio disponible en las paredes. Eso sí, deberemos introducir en estas bolsas material limpio que no huela y que pese poco.
QUÉ RECICLAR EN CADA CONTENEDOR
El segundo paso será saber qué es lo que se puede reciclar -y en qué cubo debe ir- y lo que no se puede reciclar. Además, haremos bien si no dejamos que se acumule mucha cantidad de residuos en casa y bajamos frecuentemente la basura a los contenedores de la calle. Será lo más higiénico y nos ayudará a interiorizar esta rutina.
Al depositar los residuos, deberemos asegurarnos de hacerlo en el contenedor adecuado. Si los mezclamos echamos a perder el esfuerzo de todos. Porque cada vez que un residuo acaba en el contenedor equivocado, el proceso se para.
Reciclar es una acción simple. Querer es poder, ¡no hay excusas que valgan!
MARRÓN: Aquí van todos los residuos biodegradables de alimentos como cáscaras y pieles de frutas, restos de carnes, pescados, verduras, posos de café, restos de infusiones, etc. Depositaremos también en este contenedor restos tales como papeles y cartón manchados de grasa o aceite, pequeños restos vegetales de flores y hojas, tapones de corcho y serrín.
NUNCA deposites en el contenedor de ORGÁNICO polvo de barrer, colillas y ceniza de cigarrillos o de una chimenea. Tampoco textil sanitario como: pañales, compresas y tampones, bastoncillos para los oídos, toallitas húmedas, hilo dental ni residuos de curas domésticas como tiritas, esparadrapo, vendas, gasas, algodón, etc.
AMARILLO: Básicamente envases de plástico y aluminio como latas de conservas y bebidas, productos de limpieza, envoltorios de plástico, bolsas de plástico, bandejas de aluminio, aerosoles, tapones metálicos de botellas, tapas de los frascos y bricks de diferentes tipos de bebidas. NUNCA deposites en el contenedor amarillo ropa, vidrio, cartón, orgánicos u otros objetos que no sean envases como biberones, bolígrafos, juguetes, zapatillas o cepillos de dientes.
Para que el reciclaje sea más efectivo, hay que vaciar bien los envases y reutilizar las bolsas de los comercios para llevarlos al contenedor.
AZUL: aquí lo indicado es utilizar una bolsa de papel así no habrá que separarlo después durante el reciclaje. Además, este tipo de basura, al igual que el vidrio, no hace falta que esté en la cocina si tenemos poco espacio porque estos restos de papel y cartón suelen estar limpios y no huelen mal. Aquí reciclaremos todos los envases de cartón: cajas de galletas, de cereales, de zapatos, de productos congelados, hueveras de cartón, etc y todo tipo de papel: periódicos, revistes, folios…En este caso es importante NO INTRODUCIR papel de aluminio, briks, pañales, servilletas y pañuelos de papel sucios, cartón y papel manchados de grasa o aceite.
VERDE: Aquí puedes depositar cualquier botella de vidrio, los frascos de cosmética y de colonia. También los tarros de mermelada y de conservas pero JAMÁS depositar bombillas, tubos fluorescentes, porcelana, cerámica, cristal de ventanas o espejos, vasos, copas de cristal, tapones, corchos, tapas metálicas de los envases de vidrio, etc.
Para facilitar el reciclaje de estos envases es necesario introducirlos en el contenedor sin tapones ni tapas, que deben depositarse en el contenedor amarillo.
GRIS: este es el contendor de resto donde van todos aquellos residuos que no sean envases o que no tengan un sistema específico de recogida en tu municipio: pañales, sartenes estropeadas, vajilla o cubiertos, juguetes rotos, cristales, objetos de plástico o metal que no sean envases, etc. Cuando no estés seguro de dónde depositar algo, lo mejor es consultar con tu ayuntamiento o llarvarlo al punto limpio.
Los puntos limpios son lugares especiales donde se recogen de forma gratuita los residuos que, por su tamaño o peligrosidad, no se pueden depositar en los contenedores habilitados en la calle.
LOS RESIDUOS ESPECIALES
No hay que olvidar en nuestras tareas de reciclaje aquellos materiales como los medicamentos que no se pueden reciclar en casa y que se deben llevar al punto Sigre de las farmacias. Y, por último pero no por ello menos importante, tenemos los puntos limpios que son lugares especiales donde se recogen de forma gratuita los residuos que, por su tamaño o peligrosidad, no se pueden depositar en los contenedores habilitados en la calle. Aquí podríamos llevar electrodomésticos y aparatos electrónicos, pequeñas cantidades de escombros domésticos, CD’s, VHS, muebles y enseres, pinturas y barnices, restos de poda, etc. También aceite doméstico, bombillas y fluorescentes, pilas y baterías, móviles y textil y calzado donde no haya sistemas de recogida específicos.
Esperamos que esta información os haya sido útil y que entre todos podamos hacer de este planeta un lugar mejor.