¿Qué son los aceites esenciales? ¿Qué es un aceite esencial de grado terapéutico? ¿Cómo puedo distinguir un buen aceite esencial de otro de baja calidad? ¿Cómo lo utilizo?
Lo más seguro es que si hasta ahora no te has adentrado en el mundo de los aceites esenciales te acabes haciendo estas preguntas cuando veas las muchísimas opciones disponibles acerca de esta maravillosa joya líquida. Incluso hasta podrás tener la sensación de que se están poniendo de moda… pero nada más lejos de la realidad. Las plantas han estado íntimamente ligadas al bienestar físico, emocional y espiritual de la humanidad desde sus orígenes, siendo utilizadas a lo largo de la historia desde el antiguo Egipto cuando se usaban los aceites esenciales y compuestos aromáticos en el proceso de embalsamamiento. En muchos rituales, templos y escritos antiquísimos relacionados con la astrología y la medicina ya se hablaba sobre cortezas aromáticas, resinas, especias y vinagres aromáticos, vinos y cervezas… haciendo gala de un vastísimo conocimiento sobre estos aceites que ha perdurado hasta nuestros días.
Los aceites esenciales son compuestos aromáticos volátiles de la naturaleza que se generan en el interior de arbustos, flores, árboles, raíces, semillas o pieles de cítricos. Generalmente se extraen a través de la destilación por arrastre al vapor de agua o extracción a presión en frío (en el caso de los cítricos). Son una parte muy concentrada y delicada de la naturaleza, la esencia volátil de una planta aromática. Para obtener unas poquitas gotas de aceite esencial es necesario utilizar una gran cantidad de materia prima. Para hacernos una idea, para elaborar 1 litro de aceite esencial de Lavandula angustifolia se necesitan nada más que unos ¡50-70 quilos de flores! Por esta última razón, es bien cierto que hay que hacer un uso consciente y moderado de los aceites esenciales, ya que son un tesoro muy preciado.
DIFERENTES TIPOS DE ACEITES ESENCIALES
Para considerar que un aceite esencial es de grado terapéutico tiene que aparecer en la etiqueta las siglas AEQT (aceite esencial quimiotipado), llevando el nombre de la molécula aromática de mayor presencia, también llamada quimiotipo. Esto significa que ha estado analizado en el laboratorio y que se tiene toda la información de su composición química, habiendo pasado por lo que se llama una cromatografía de gases. Esta nos permite saber qué componentes químicos tiene y su proporción.
Además, nos ayuda a los profesionales a afinar mucho más en sus propiedades terapéuticas ya que un aceite esencial de una misma planta, dependiendo del suelo, horas de sol, clima, altitud y recolección habrá desarrollado uno u otro quimiotipo, teniendo así propiedades diferentes. Por ejemplo, el romero (Rosmarinus officinalis) tiene como quimiotipos el 1-8 cineol, la verbenona o el alcanfor. En este caso, el romero qt 1-8 cineol será más idóneo para tratar temas respiratorios, en cambio el romero qt alcanfor, es ideal para dolores de tipo muscular.
Por otro lado, los aceites esenciales quimiotipados tendrán que cumplir con los siguientes requisitos, debiendo ser:
100% ÍNTEGRO
Su destilación ha sido completa y se han recogido todas las moléculas aromáticas. El destilado tiene que ser a presión y a temperaturas bajas en cámara de cocción de acero inoxidable.
100% PURO y NATURAL
Debe haber sólo aceites esenciales de la misma especie, no de otras subespecies ni de otras partes de la planta que no interesan. Tiene que estar exento de aceites vegetales, sin otros añadidos bioquímicamente similares o imitaciones sintéticas. Es decir, no pueden estar adulterados.
100% BIOLÓGICO
Imaginémonos que además de concentrar moléculas en el proceso de destilación, también se concentraran los pesticidas. En este caso tiene que estar libre de herbicidas e agroquímicos ya que podrían reaccionar con el aceite esencial durante la destilación y producir compuestos tóxicos.

La legislación europea permite etiquetar un aceite esencial puro con tan solo un 5% de pureza. Esta es una decisión controvertida ya que pueden llegar a ser productos muy baratos debido a su baja concentración de pureza. Son aceites que además tienen fecha de caducidad y no son aptos para la ingestión.
Existen pues los aceites esenciales denominados simples que son aquellos que provienen únicamente de una sola planta, de una misma especie botánica. Al mezclar dos o más aceites esenciales simples con un mismo fin, aparecerán nuevas propiedades, amplificandose así unos a otros y obteniendo una mezcla mucho más rica que denominaremos sinergia de aceites esenciales.
¿CÓMO SE APLICAN LOS ACEITES ESENCIALES?
Hay tres vías de aplicación principales: por inhalación, por vía tópica y por ingestión (esta última es la menos usada y menos recomendada):
- Inhalación
Cuando inhalamos las moléculas aromáticas de un aceite éstas mandan una señal al sistema límbico a través de los receptores olfativos. Es allí dónde se gestionan las emociones, los recuerdos. ¿Quién no ha revivido algun episodio del pasado o ha sentido una emoción concreta al inspirar un olor determinado? Este puede tenir diferentes respuestas fisiológicas de equilibrio y armonización. De ésto se ocupa la psicoaromaterapia. A través del olfato se producen cambios en el ritmo cardíaco o respiratorio y se modifican los patrones de las ondas cerebrales.
Podemos utilizar un difusor, que idealmente debería ser ultrasónico, de plástico quirúrgico y de vapor en frío. Otra opción es hacer una copa con las palmas de las manos, inhalarlo directamente de la botella o usarlo como perfume.
- Aplicación tópica
Los aceites esenciales deben aplicarse mayormente diluidos con aceite vegetal. Al aplicarlos sobre la piel, pasan al torrente sanguíneo en unos 20 minutos. Al ser muy volátiles, el aceite vegetal ayuda a la correcta absorción de la piel y evitamos un poco más la evaporación de los aceites esenciales. Hay zonas del cuerpo más permeables o estratégicas para su aplicación como pueden ser la nuca, detrás del lóbulo de la oreja, las sienes, las muñecas e incluso la planta de los pies. En otros casos se aplicarán directamente en la zona a tratar, como un dolor puntual o una mala digestión.
- Ingestión
Ésta es la última de las vías a utilizar y más común en la corriente franco-belga de la aromaterapia donde se utilizan aceites de grado terapéutico calificados de complementos alimenticios. Hay que asegurarse siempre que los aceites que se utilizan son aptos para el uso oral, ya que mayoritariamente, no lo son. Se pueden administrar los aceites esenciales dentro de cápsulas vegetales y acabarlas de rellenar con aceite de oliva (nunca hacerlo por nuestra cuenta) o bien a través de aguas aromáticas previamente mezclados con una punta de sal, miel, grasa o leche. La ingesta o tratamiento oral no se debe hacer nunca sin la supervisión de un especialista aromaterapeuta y nunca se deben echar unas gotas de aceite esencial en una infusión directamente ya que al ser inmiscibles en agua, quedarían en superficie pudiendo causar daños irreparables en nuestras mucosas bucales, esófago o tráquea.
CÓMO CONSERVARLOS
Para una buena conservación es importante tener en cuenta que son muy volátiles y frágiles, así que hay que conservarlos siempre en sitios frescos apartados del sol y de la luz directa, mejor en cajones o armarios. Los frascos que los contienen tienen que ser de cristal opaco, normalmente de color ámbar, pero nunca transparente y aunque parezca obvio hay que asegurarse de que estén bien cerrados, ya que sino se evaporan muy rápido.