10 consejos fundamentales para evitar que tu animal sufra un golpe de calor y pueda mantenerse fresco también en verano
Con la llegada del verano y la ola de calor es imprescindible tener presente que los animales también sufren y pueden resultar víctimas de las temperaturas extremas. No solo los humanos reaccionamos ante el calor y tenemos más sensación de cansancio, pesadez e incluso desgana, los animales también. Un buen ejemplo de ello es que los perros no sudan y eso hace que les resulte más complicado bajar su temperatura corporal y evacuar el calor.
Por ello dejamos a continuación una serie de consejos que pueden ayudarles a sobrellevar el calor extremo. ¡Toma nota!
- Imprescindible: agua, ventilación, sombra.
– Deja a su disposición agua fresca y limpia todo el día.
– Permítele permanecer el máximo tiempo posible en lugares frescos, climatizados o a la sombra. - Presta más atención a animales vulnerables, por ejemplo, los perros braquicéfalos.
- Reduce su actividad física.
- Limita los paseos en las horas centrales del día: hay peligro de quemaduras en las almohadillas.
- Limita su exposición al sol: hay peligro de quemaduras solares, sobre todo en animales de pelaje blanco.
- Aliméntale en las horas menos cálidas del día.
- Cepíllale para eliminar los pelos muertos que dificultan la expulsión de calor.
- Nunca le dejes en un vehículo estacionado, aunque esté a la sombra.
- Para los animales urbanos o silvestres: deja un recipiente con agua, que no sea demasiado profundo para así evitar accidentes y proteger a las aves de pequeño tamaño. Preferiblemente debería ser de material no resbaladizo, como por ejemplo barro, y estar a la sombra para evitar que el agua se evapore rápido.
- Contacta con tu veterinario/a lo antes posible si detectas síntomas relacionados con altas temperaturas.
¿Y cómo deberías actuar en caso de que tu animal sufriera un golpe de calor?
Lo más importante, aprende a reconocer los síntomas:
- En los perros: respiración con dificultad, incoordinación, convulsiones, mucosas violáceas, hemorragias en piel y encías, vómitos y diarrea hemorrágica.
- En los gatos: inquietud, exceso de acicalamiento, dificultad respiratoria, boca y lengua enrojecida y vómitos.
Luego, actúa de la siguiente forma lo más rápido posible:
- Ayúdale a bajar la temperatura: buscando la sombra, ofrécele agua y refréscale poco a poco.
- Contacta con tu veterinario/a y explícale lo que está pasando.
Fuente: FAADA