Los filtros de carbón activo son la opción más sostenible y zero waste frente a las botellas de plástico
¿Sabías que, en todo el mundo se consumen un millón de botellas de plástico por minuto? Y no solo eso, sino que se prevé que esta monstruosa cifra siga creciendo y creciendo en el 2021. El agua embotellada genera muchos residuos que, en el mejor de los casos se reciclan… pero si alguna vez te has planteado pasarte al carbón activo y todavía no lo has hecho, en EasyOrganic te explicamos sus ventajas y su funcionamiento.
Una de las características que más nos gusta del carbón activo es que es totalmente natural además de biodegradable y compostable al final de su uso. De esta manera depuramos el agua, eliminamos contaminantes, el mal sabor del agua del grifo y reducimos el cloro durante su vida útil. Luego podremos utilizarlo de abono, compost o de muchas otras formas útiles. ¡Ya sabéis! hay que Reutilizar y seguir en la medida de lo posible la Regla de las 3R.
Es una solución muy sencilla y residuo cero que te encantará
El carbón activo o activado tiene una estructura súper porosa que atrapa compuestos y, lo hace tan eficientemente, que es el purificante más utilizado por el ser humano. Los filtros de este material son de larga duración y, dependiendo de su calidad, del uso que le demos y de su tamaño suelen durar unos 3 meses. Para que os hagáis una idea, cada stick de carbón activo filtra aproximadamente entre 2 y 3 litros de agua. Esto supone un gran ahorro económico a la vez que podemos eliminar de nuestras vidas el consumo de botellas de agua.
¿Qué es el carbón activo?
Cualquier partícula de carbón tiene la capacidad de adsorber (atraer y retener en la superficie de un cuerpo moléculas o iones de otro cuerpo). Es por ello que funciona si ponemos un trocito de carbón en el frigorífico o en el agua. En el primer caso adsorberá los malos olores y en el segundo las impurezas del agua. Cuando activamos el carbón (se puede hacer mediante procesos térmicos o químicos), significa que lo hacemos poroso para ampliar su capacidad de adsorción multiplicándola por entre 12 y 16 veces.
El carbón activo es la respuesta ecológica y responsable al agua embotellada
Tradicionalmente en países asiáticos se ha utilizado este sistema con las ramas de maderas más porosas y que resisten mejor el método de activación. Hoy hemos elegido dos tipos de carbón activo: el primero es el carbón activado de bambú que al tener el interior hueco ofrece más superficie de carbón en contacto con el agua. El bambú es además una de las plantas más sostenibles y de rápido crecimiento del planeta que no requiere de riego artificial ni pesticidas. También os queremos hablar del filtro de carbón de Binchotán, también llamado vegetal blanco que proviene de las ramas del Roble Ubame de Japón. Se produce a través de bosques gestionados de forma sostenible y es de muy alta calidad fabricado a menor temperatura que el carbón habitual.
¿Cómo utilizar el filtro de carbón activo?
Antes de usarlo por primera vez deberemos lavar el stick o bloque de carbón activado para limpiarlo de impurezas y de restos de polvo. Lo haremos solo utilizando el agua del grifo, nunca jabón, y lo frotaremos un poco con nuestras manos para limpiarlo mejor. Después pasaremos a esterilizarlo y lo pondremos a hervir 10 minutos en un cazo. Lo dejaremos enfriar y secar y ya estará listo para su uso.
A continuación lo introduciremos dentro de una botella de boca ancha y la llenaremos de agua. Según la capacidad de la botella pondremos un stick de carbón más o menos grande y dejaremos que el carbón actúe durante 4-8 horas. Pasado este tiempo el agua estará filtrada y depurada, lista para consumir y sacaremos el stick de carbón. Para no quedarnos sin agua filtrada es recomendable, tener dos jarras o botellas, una en la que dejaremos permanentemente el carbón y la otra donde guardaremos el agua filtrada. Si nos planificamos y dejamos una botella filtrándose por la noche, esto no será un problema ya que los filtros actuarán mientras dormimos y, al día siguiente, tendremos suficiente agua para todo el día
Su mantenimiento es muy fácil y no tiene ninguna complicación. Cada 3 semanas herviremos el carbón para reactivarlo y que suelte lo que ha filtrado anteriormente.
Si en algún momento ingerís algún fragmento o partícula de carbón en el agua, no debéis preocuparos porque es inofensivo.
¿Qué hago con los sticks que ya no filtran?
Otra de las cosas que más nos gusta del carbón activado es el segundo uso que podemos darle. Además de utilizarlo como adobo o compost, una vez se haya secado, podremos ver su gran versatilidad al ser un material que regula la humedad, reduce los olores, inhibe el moho y mantiene frescos los alimentos.
Y, os preguntaréis, ¿cómo? Pues poniéndolo en armarios, cajones o zapateros para eliminar los malos olores, o también en cajones y sitios cerrados para evitar el moho o introduciéndolo en el frigorífico cerca de las frutas y verduras para alargar su frescor.
Como veis, esta es una excelente alternativa residuo cero que reduce el uso del plástico y que puede ser reutilizado. Es la opción más sostenible y que menor impacto genera en el medio ambiente ya que una persona puede producir en un año entre 300 y 1.000 botellas de plástico de residuo.
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