¿Es posible hacer de la Navidad una época sin excesos? ¡La respuesta es sí! Pero para ello deberemos tener en cuenta muchas cosas como por ejemplo cómo serán los regalos que vamos a hacer, los menús de las comidas, la decoración y… por supuesto, vigilar el gasto energético
La Navidad es una época entrañable que nos gusta compartir con la familia y amigos. Risas, sorpresas, largas sobremesas y un largo etcétera de buenos momentos que suelen venir acompañados de alegría y buenos deseos. Sin embargo, muchas veces la Navidad se descontrola un poco y puede venir acompañada de consumismo, excesos y comidas pantagruélicas…
Para evitar todo este derroche sin sentido y hacer que estos días sean sostenibles os damos 5 consejos para vivir una Navidad consciente y slow.
DECORACIÓN NAVIDEÑA, IMAGINACIÓN AL PODER
Para crear ambiente navideño en nuestros hogares no es necesario comprar un súper árbol ni decorar las ventanas con dibujos (spray) de nieve. ¡La Navidad va mucho más allá de todo esto! Además, es más creativo y personal crear tus propias decoraciones.
De todas maneras… si ya tienes el árbol de plástico de años anteriores, utilízalo. Pero si no, pon a trabajar tu creatividad y no compres un abeto de verdad. Los pobres rara vez resisten la Navidad y acaban secos al lado de un contenedor en la calle. Puedes hacer tu árbol con ramas secas o con plantas que ya tengas en tu casa decorándolas con adornos hechos con materiales reciclados: tapones de corcho, bombillas, bolsas de papel, fotos, lanas, cintas, telas, piñas… Y reutilizar, por supuesto, los adornos que ya tengas.
DI NO AL CONSUMISMO
¿A quién no le gusta que le regalen un masaje, una escapada con encanto, una noche en el teatro o aquel curso que siempre habíamos querido hacer? Optar por regalar sensaciones, actividades y experiencias es magnífico. Es una forma muy bonita de regalar momentos evitando llenar las casas de cosas. Regalos pensados muchas veces desde el cariño, pero que no siempre son útiles, ni nos gustan, ni los vamos a utilizar. Así que, evitemos comprar por comprar. Es absurdo por mucho que nos bombardeen cada día con ello.
Y… hablando de cosas absurdas, pensad también en la gran cantidad de papel de regalo que se despilfarra estas fechas. Una buena alternativa zero waste es optar por envoltorios que no sean efímeros. Por ejemplo, envolver los regalos con telas confeccionadas con materiales sostenibles que luego se pueden reutilizar como pañuelos, bandanas o diademas siguiendo la técnica de Furoshiki. O si no, envolverlos con papel de regalo reciclado o incluso con bolsas de tela que tengamos en casa.
MENÚS DE NAVIDAD, CON GUSTO Y BIEN PENSADOS
Según un estudio realizado por Unilever en el Reino Unido, hasta el 10% de la comida navideña va a la basura… ¡Tal cual! Así que, sea cual sea nuestro menú, calculemos muy bien las cantidades para no tirar nada. Y, es más, si sobra comida podemos guardarla, congelarla y, el resto, repartirla entre nuestros invitados. Es una delicia comer las «sobras» el día después, ¿verdad?
En cuanto a los menús, lo más recomendable para celebrar una Navidad sostenible es comprar productos de temporada y de proximidad que se han cosechado en el momento justo y que tienen todo su sabor. Así evitaremos adquirir ingredientes con una alta huella de carbono que recorren miles de kilómetros refrigerados para llegar a nuestras mesas. Otro sin sentido absurdo, ¡cambiemos las piñas, las papayas y los mangos por las naranjas, granadas y caquis.
NO DESPILFARRES LA ENERGÍA
Para llevar al Navidad a nuestros hogares no es necesario iluminarla como si estuviéramos en plena Plaza Mayor. Es mucho más positivo fomentar el ahorro energético (os recordamos este artículo en el que hablamos de ello) usando por ejemplo bombillas de bajo consumo como las LED que gastan un 90% de energía menos. También podemos buscar luces más tenues, iluminar con velas, guirnaldas de pilas recargables… y limitar los encendidos a momentos especiales y no a todo el día o la noche.
Otro punto importante para evitar el despilfarro es vigilar la temperatura de nuestro hogar. No hace falta poner la calefacción como si estuviéramos en el polo norte. Pensad que en las comidas y cenas copiosas, la temperatura corporal aumenta y, si se reúnen varias personas en la misma sala, la temperatura irá subiendo. Además, es importante (para prevenir contagios) ir ventilando y abriendo las ventanas cada cierto tiempo, así que, evitad gastos innecesarios que además, la factura del gas está por las nubes.
RECICLA SIEMPRE Y FOMENTA LA ECONOMÍA CIRCULAR
Juguetes, ropa, adornos… Todo se puede reciclar y dar una segunda vida a los objetos que no usamos es de lo más reconfortante. La Navidad es el momento perfecto para hacer un mercadillo en nuestra casa, para intercambiar ropa que no nos ponemos o todo aquello que no utilizamos. Lo mismo con los juguetes que se quedan tiempo en el fondo de un armario… podemos hacer felices a muchos niños y alargar la vida de estos objetos a los que no damos ningún uso.