Si alguna vez has comido un sabroso tabouleh en un restaurante pero no sabes cómo hacerlo en casa, no te preocupes porque te explicamos esta sabrosa receta para que puedas disfrutarla este verano cuando quieras
Este es un plato ideal para los días más calurosos de verano. El tabouleh es muy refrescante tanto por sus ingredientes como porque se sirve frío. Será tu gran aliado los días de calor ya que además se hace en un momento y sus ingredientes son sencillos y fáciles de tener en casa.
Es una ensalada de 10 que tiene sus raíces en el antiguo imperio persa que perdura hasta nuestros días por lo deliciosa que es. En su receta original se utiliza el bulgur pero hay mucha gente que lo sustituye por el cus cus. Cada uno puede hacer las variaciones que quiera, pero eso sí, el resto de ingredienetes no pueden faltar: el tomate, la cebolleta, el limón, la hierbabuena y el perejil.
INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS

- 1 taza generosa de bulgur o cus cus
- 3 tomates medianos maduros
- 2 cebolletas
- Zumo de 1/2 limón
- 1 tacita de perejil picado
- 1 tacita hierbabuena picada (menta)
- Agua y sal


Lo primero que haremos será hervir el bulgur (o cus cus) según las instrucciones del fabricante en agua con sal. Normalmente con 10 minutos es suficiente y, si ponemos un taza de bulgur, deberemos añadir 1 taza y media de agua. Una vez pasados los 10 minutos, apagaremos el fuego y taparemos el bulgur para que acabe de absorber el agua y se termine de hacer. Después lo colaremos y quitaremos el exceso de agua apretando si es necesario con una cuchara. De esta manera la ensalada no quedará con un exceso de agua por no haberla retirado bien del bulgur.
Reservaremos y dejaremos que se enfríe.


Mientras, limpiaremos bien los tomates y las cebolletas y los cortaremos en daditos pequeños. Exprimiremos el zumo de medio limón y cortaremos muy finito el perejil y la hierbabuena o la menta.
Una vez tengamos todos los ingredientes cortados, los mezclaremos bien en un bol grande junto con el bulgur y le añadiremos el zumo del limón. Añadiremos sal según nuestro gusto y, antes de servir, lo pondremos en la nevera un ratito para que esté más fresquito.