Clásico de la cocina italiana que se caracteriza por su delicioso sabor, sus nutrientes y su fácil preparación. Os presentamos una deliciosa pasta fredda, un plato riquísimo y con mil combinaciones, hoy con base de berenjena, tomates cherry, mozzarella, ajo y almendras
La pasta fredda es un plato muy popular en Italia que triunfa por su sabor, la combinación de sus nutrientes y por su fácil preparación. Los italianos son los reyes de la pasta y esta receta en concreto viene directa de Calabria, con posible origen en Sicilia y de la mano de un amigo italiano romano. Una combinación ecléctica ¿verdad? La primera vez que probamos este plato fue de la mano de mi amigo Davide. Indudablemente, se ganó nuestros corazones y… por supuesto, nuestro paladar.
Se podría decir que la pasta fredda es una variante de la ensalada de pasta. Se come, como indica su nombre, fresquita y se disfruta muchísimo durante los días de calor y de verano. Normalmente se compone de pasta, vegetales y pescado, pero nosotras haremos una versión vegetariana que en cualquier caso se puede hacer vegana sin problemas (sustituyendo los quesos elaborados con leche animal por quesos veganos).

INGREDIENTES PASTA FREDDA
- 400gr de pasta
- 1 berenjena mediana o grande
- Tomates cherrys
- Mozzarella de búfala
- Parmesano
- 50gr de almendra tostada picada
- 2 ajos pequeños
- Albahaca, aove (aceite de oliva virgen extra) y sal
CÓMO EMPEZAR
Lo primero que hay que hacer es hervir la pasta en abundante agua el tiempo que sea necesario para que quede al dente, ni más, ni menos. A nosotras nos gusta mucho hacer la pasta fredda con orecchiette (esta pasta tiene forma de orejas pequeñas, lo que inspiró su nombre) porque su lado cóncavo atrapa en su interior los deliciosos ingredientes de la ensalada.
Mientras, ponemos el agua a hervir y podemos ir cortando la berenjena en mirepoix (corte en dados regulares y gruesos) para asarla en una sartén con aceite y sal. A la berenjena no se le suele quitar la piel (al menos no, completamente) y la asaremos a fuego medio-lento para que quede blandita, tierna y jugosa.
El resto de ingredientes serán en crudo, no los cocinaremos. Cortaremos los tomates cherry por la mitad, la mozzarella en cuadraditos pequeños y el parmesano en lascas finitas que le darán un sabor inconfundible. A continuación, pelaremos los dos ajos pequeñitos, les quitaremos la parte central para que no piquen y los cortaremos a daditos muy, muy pequeños. Juntaremos todos los ingredientes en un bol grande y añadiremos la albahaca y las almendras picadas.
UN PLATO QUE SE SIRVE FRÍO
Cuando la pasta esté hecha, la pasaremos por agua fría para cortar la cocción y para ayudar a que se enfríe. Mezclaremos bien, rectificaremos de sal si es necesario, añadiremos un buen chorro de nuestro aceite virgen extra preferido (el nuestro es hojiblanca o picual) y dejaremos la pasta en la nevera mínimo un hora.
La pasta fredda se sirve fresquita y puede ser un exquisito plato único o un excelente primer plato. Si se quiere, se puede acompañar de un entrante fresquito y jugoso como el tzaziki y ya tendremos listo un delicioso menú de verano muy equilibrado y sabroso.
¡Buon appetito!